Pedrito y su cuaderno de idiotas (autobiografía no autorizada)

pedro, pedro, pedrito… otra vez regurgitando tus crónicas resentidas como quien mastica chicle viejo. ¿no te cansas de escribir con el tono del cuñado iluminado que se cree intelectual porque lee el suplemento dominical? tu "cuaderno de los idiotas" es tan pretencioso que parece salido de un diario de adolescente enfadado, pero con menos encanto y más olor a naftalina. vamos a desmenuzar esta ensalada rancia, que huele peor que los presupuestos de tu amigo carriedo.

primero, tu obsesión con el eterno "chico bien mandado". que sí, que carriedo lleva décadas en política sobreviviendo como un cactus en el desierto, pero ¿y tú? llevas el mismo tiempo escribiendo como si aún estuvieras en 1999, cuando los columnistas podían permitirse el lujo de no decir nada durante 1.500 palabras. el hombre será un soso, pero tú, cariño, eres el ejemplo perfecto de la olla que llama al cazo... bueno, ya sabes el refrán.

después, tus metáforas, dios mío. el diálogo de manquiña en airbag. ¿es esto 1997 otra vez? ¿te quedaste atrapado en una cápsula del tiempo? "el conceto es el conceto", dices, como si fuera un hallazgo brillante. no, pedro. la brillantez está en usar referencias que no estén cubiertas de telarañas, pero claro, eso exige esfuerzo, y a ti te da alergia salir de tu zona de confort literaria.

luego está tu indignación moralista, que ya cansa más que las eternas negociaciones presupuestarias que tanto te alteran. "insultan mi inteligencia", dices. pedro, cariño, no nos engañemos: el insulto aquí es tu estilo repetitivo, tu incapacidad para aportar algo nuevo y tu empeño en reciclar críticas que suenan más viejas que los sobres de aznar. llevas años escribiendo como si estuvieras descubriendo el fuego, pero todo lo que haces es chispear un par de piedras húmedas.

y lo peor: ese aire de superioridad con el que hablas de políticos como si tú fueras una especie de guía espiritual del buen hacer público. plot twist: no lo eres. eres el abuelo gruñón del periodismo regional, un fósil que sigue creyendo que puede dar lecciones de ética mientras suelta los mismos clichés de siempre.

en resumen, pedrito, tu "cuaderno de los idiotas" debería ser una novela gráfica: una viñeta de ti mismo, señalando al horizonte como un profeta mientras te tropiezas con tus propias incongruencias. porque si alguien merece estar inscrito en él, con letras doradas y subrayado triple, eres tú. no hay política que supere tu capacidad para convertir el tedio en prosa.

un beso. pero de esos que dejan marca. 💋

Comentarios

Rosas saladas

confesiones de una rosa

la seductora ponzoña de Pedro Vicente: ¿Rebelde auténtico o bufón del sensacionalismo?

Mi novela 🌹